Amor de infancia

Siempre compare a mi afición por la música con el amor. Ese que inicié desde pequeño sin saber queme gustaba o que me atraía. Tuve que conocer varios estilos de música, rock, modern rock, metal, rash, death, doom, black, heavy, clasica, merengue, salsa, rock en español, reggae, blues, jazz, bossa, etc para finalmente quedarme enganchado definitivamente con el prog.

Un amor rendido a él que llegó a mi siendo ya adulto, preparado para asimilarlo, ya que no es fácil de entender, menos que te guste, con la suficiente experiencia para discriminar que no utiliza bass simples ni copiadas, con sus subidas y bajadas, con sus aceleradas pulsaciones y sus inquietantes solos. Entre ellos Pink FLoyd es mi amor incondicional, con el que quiero que me entierren (o me cremen). Tienen canciones para cada momento de mi vida, con los cuales me identifico, me vuelven loco, nostálgico, romántico, agresivo, furiosos, desesperado, alucinado, fuera de este mundo, unico y a la vez parte de un colectivo.

Sin embargo, tengo una amante, alguien que no suelo mencionar, que representa ese lado salvaje, ese apasionamiento puro, nada razonado, nada lógico, oculto, visceral. Y cada vez que los veo o escucho, me recuerda mi juventud, cuando andaba como loco tras esa música "juvenil" meneando la cabeza, sacudiendo el cuerpo en espasmos voluntarios y frenéticos de descarga emocional. Con mi rebeldía sin causa, con mi majaderia contestataria y mi incipiente razocinio.

Y ella sabe ser mi amante, me goza más ella a mi que yo a ella. Como lo hacen todas las amantes que saben serlo y que pueden ir con la cabeza en alto por ello. No exige ser la única, ni la principal, sabe su lugar, no me reclama nada, solo que nunca la olvide. Sabe del efecto que produce en mi. Y yo no lo niego. PF sabe que es el la prioridad, mi insignia, mi tatuaje en la piel, el amor maduro, el razonado, el equilibrio perfecto entre la razón y la emoción. Con el que está destinado a pasar el resto de tu vida y lo haces con gusto.

Sin embargo algo tienen Iron Maiden que me hace olvidar a mi mismo, mis logros y mis avanzes, mi crecimiento y mi madurez, me arrebata arcadas de emoción y vuelvo a agitar la cabeza como cuando adolescente y no me averguenza.
Ayer vi la pelicula Flight 666 en Cineplanet, entrada gratuita para la comunidad peruana de Iron Maiden...y fue revivir aquel 26 de marzo, en primeras filas, la incertidumbre, la emoción, los cánticos, las olas humanas, la salida, el retumbar de los oídos, todo todo. Iron es más que música, ruido o como le llamen, es sentirse parte de algo importante, algo único. No eres amante del rock si no has estado en un concierto de los Maiden, eso es definitivo... Up the irons !!