Saturday, September 25, 2010

rituales estúpidos vol 1.

El desgaste de lo rutinario hace que odie más lo planificado. Como si todo tuviera que encajar. Los rituales poco más me sacan roncha. NO entiendo el afán humano de perpetuar procedimientos que en una era digital poco tiene que hacer en nuestra vida cotidiana. Deseamos ser de la new wave, pero nos seguimos enquistando y zarpando rituales que solo conservan su magia y/o utilidad como la podría conservar una pieza en un museo de arte. Meramente decorativa pero invaluable. A lo mucho un pretexto para reunir a los amigos (digo yo? hace falta un pretexto?) encabezando el ranking están los matrimonios.


No asisto a matrimonios por eso (salvo contadas excepciones donde mi ausencia hubiese significado retraer una bonita amistad), los figurines y ramplines me sumergen en un estado ansioso que no puedo disimular. Te sirven lo mismo: papa cocktail (sic), alitas, sanguchitos, empanaditas, triplecitos, tu coctel, tu algarrobina en algunos casos mas modestos y de broche final el martirizante ritual de salir como un animal baboso (al final lo somos si pero porque andar exhibiéndonos?)a hacer el papelón de estar parado esperando coger una liga que debe estar mas cochina y sudada por todo el trajín que tuvo la "afortunada" que lo usó.

Ni hablar de la música que te ponen, cortadita con la misma tela. Luego el saludo de rigor al amigo/a y a los padres del amigo/a (que en ocasiones resulta siendo la primera vez que los ves)y no sabes si decir felicidades porque no se notó que estaba en bola la novia o porque al fin se casó tu hija jugadora que días atrás nomas me la estuve comiendo (juro que no lo volveré a hacer :( ).

Ya cuando estás algo bebido y habiendo bailado con alguna incauta por ahi y te piensas que la tan esperada hora de largarse llegó, te llaman para las fotos de rigor. Y claro, como te acabas de bañar ahi nomás en sudor y la corbata no te aprieta, tienes que acceder caballero noma porque esta muy feliz por él/ella. Y vuelves a pensar, mejor me pongo al lado del novio, no vaya a ser que a la fulana le de por agarrarme el culo.

Y sigue el ritual y uno queriéndose ir. Hasta ese momento ya bailé dos veces i gotta fellin, y si eres muy pata de la novia quiza hasta el danubio azul. Bailé las más más y algunos recuerdos radiales prehistóricos que los novios seleccionaron de aquellas épocas felices en que se conocieron y terminaban corriendo de la mano por la playa y que ese mismo día de la boda pueden ir olvidando, porque la rutina de la convivencia desgastará el amor.

En este cóctel social no puede faltar el o la excéntrico/a, que va ataviado/a de un traje que se le insinuó encantador pero que en realidad lo hacer ver o bien como barney o como el big bird de plaza sésamo. Tampoco está ausente el borrachito, el chistoso, el familiar que no conoces o el hermano del amigo del cuñao del vecino que resulta que es un colado porque ni es hermano, ni amigo, ni cuñao y mucho menos vecino.

No hay forma, y si eres de aquellos melómanos no ves la hora que acabe la música o que se electrocute el dj o que al animador le de un soponcio o lo saquen a patadas por borracho ya que se está encalentando atrasito cuanta chela encuentre. Quieres irte y no sabes que hacer para marcharte y no quedar como un aguado. Al final poco te importa, nadie te conoce en el mejor de los casos y el novio/a está tan ocupado que ni notará la ausencia de un individuo en medio de tantos "individuales".

Avisoro la salida más cercana, aquella que no esté flanqueada por algún familiar que me interrumpa en mi intento de escape. Listo, no hay nadie, dejo la copa en la primera mesa que encuentres, miro a la izquierda, a la derecha, es ahora o nunca. Camino ilusionado, ya siento la libertad de la calle, el aire fresco, la lejanía de los gritos y de las alegrías vocingleras.

Al fin salgo, me desato la corbata (debiera decir desanudo pero ello no describe la sensación)y emprendo viaje hasta sitios más conocidos y menos predecibles. Pero no calculo que en la misma situación se encuentra un conocido mío, quien me reconoce y se acerca a saludarme y luego de hacerme el habla me dice

- Oye, irás al matrimonio de xxx
- Claro, no me lo perdería por nada, ahi nos vemos
- sale, ahi nos vemos

Segun estudios, el hombre deja de crecer a los 21 años. Si me conocieran no pensarían eso, sino como se explica que conforme pasan los años me vuelvo más boludo?





Friday, September 03, 2010

demasiada informacion

A veces, cargar con el rótulo de psicólogo te expone a varias cosas, desde el pata que ni bien se entera que profesas ese oficio, te cuenta inmediatamente todos sus problemas, con la esperanza (ingenua) que solo el contarte lo liberará y más aún con la mirada de "sálvame la vida" te pone en un conflicto por que piensas: "chuta, si le doy un pasador, fijo que se ahorca" y no te queda de otra más que escucharlo con cara que te importa.

Otras veces, el riesgo de tener como oficio psicólogo y de profesión hijo te expone a que toda la parentela se te acerque a contar todos sus problemas, y de paso te enteres de lo que paso entre juanita y pepito. Claro, que los padres te empiezan a largar toda la sarta de novedades de la fmailia y te das cuenta de tus origenes y con resignado entendimiento asientes que todo bien papi/mami, no importa ya paso y los perdoname te quiero gracias chau reemplazan en tu memoria a revelaciones tipo: es verdad, no estabas planificado, pero igual te amamos desde el primer dia que naciste; y ahi te das cuenta que esos señores, seres alados, tienen la misma autenticidad de icaro y que casi siempre han ido directo al sol con alas de cera en lo que a crianza se refiere. Osea que casi siempre la han embarrado.

Y también, no nos hagamos los locos, nos sirve a la hora de ligar, ya que con el floro de yo te escucho, soy tu amigo, cuéntame tu trauma, iniciamos el ritual más antiguo de la vida, el cortejo. Claro, que después de los prolegómenos y de las coordinaciones y negociaciones del tipo, quien paga, tu? yo? y de soportar las mentiras universales de: primera vez que hago esto, no pienses mal de mi, tu me haces cometer locuras, y de responder con las mismas categóricas mentiras como crees que voy a pensar mal de ti, también es la primera vez que me pasa, siento que nos conociéramos de años, o la fulminante.. claro que te llamo mañana, damos por finalizado todo el engorroso asunto y cada quien pa su casa.

Pero hay conversaciones que, insisto, toda persona no debiera tener. Y es que uno puede escuchar N cosas de tutilimundi y poner cara de siniestra imparcialidad mientras que por dentro piensas "este ta loco.. como se le ocurre hacerle eso a ella" "este no es más huevón por que no entrena" o "vesta cun, tremenda jugadora y se pone en plan de víctima".

El hecho de afrontar reveladoras verdades en nuestra profesión nunca supuso el enterarnos de absolutamente todo, al menos a mí nunca me dijeron que me enteraría de ciertas cosas, de saberlo, quizá me lo hubiera pensado esto de la psicología.
Si bien los padres, esos buenos hacedores de recuerdos, llegado un momento, necesitan de ti, nunca le pagas todo lo que han hecho por ti hasta que no has escuchado sus más profundas intimidades. Y no hablo de temas sexuales, bueno sí, pero me refiero a detalles escabrosos, narrados con absoluta normalidad e indiferencia a tu rostro que se va poniendo de todos los colores mientras escuchas estoicamente que a tu padre le gusta asi, que a tu madre le gusta asa, que la mejor vez fue cuando a ella le quedo la lengua fuera y a el no le salia mas "yogurt"

No avisoro aún las consecuencias psicológicas negativas que esto me depare en el futuro, pero si sé que sólo por eso, mis padres deben sentirse bien retribuidos por los años de enseñanza y paciencia que me prodigaron.. o quizá todo eso fue a drede y no queda más que decirles gracias, mensaje comprendido, ya se cobraron todas las malcriadeces que cometí.