A veces, cargar con el rótulo de psicólogo te expone a varias cosas, desde el pata que ni bien se entera que profesas ese oficio, te cuenta inmediatamente todos sus problemas, con la esperanza (ingenua) que solo el contarte lo liberará y más aún con la mirada de "sálvame la vida" te pone en un conflicto por que piensas: "chuta, si le doy un pasador, fijo que se ahorca" y no te queda de otra más que escucharlo con cara que te importa.
Otras veces, el riesgo de tener como oficio psicólogo y de profesión hijo te expone a que toda la parentela se te acerque a contar todos sus problemas, y de paso te enteres de lo que paso entre juanita y pepito. Claro, que los padres te empiezan a largar toda la sarta de novedades de la fmailia y te das cuenta de tus origenes y con resignado entendimiento asientes que todo bien papi/mami, no importa ya paso y los perdoname te quiero gracias chau reemplazan en tu memoria a revelaciones tipo: es verdad, no estabas planificado, pero igual te amamos desde el primer dia que naciste; y ahi te das cuenta que esos señores, seres alados, tienen la misma autenticidad de icaro y que casi siempre han ido directo al sol con alas de cera en lo que a crianza se refiere. Osea que casi siempre la han embarrado.
Y también, no nos hagamos los locos, nos sirve a la hora de ligar, ya que con el floro de yo te escucho, soy tu amigo, cuéntame tu trauma, iniciamos el ritual más antiguo de la vida, el cortejo. Claro, que después de los prolegómenos y de las coordinaciones y negociaciones del tipo, quien paga, tu? yo? y de soportar las mentiras universales de: primera vez que hago esto, no pienses mal de mi, tu me haces cometer locuras, y de responder con las mismas categóricas mentiras como crees que voy a pensar mal de ti, también es la primera vez que me pasa, siento que nos conociéramos de años, o la fulminante.. claro que te llamo mañana, damos por finalizado todo el engorroso asunto y cada quien pa su casa.
Pero hay conversaciones que, insisto, toda persona no debiera tener. Y es que uno puede escuchar N cosas de tutilimundi y poner cara de siniestra imparcialidad mientras que por dentro piensas "este ta loco.. como se le ocurre hacerle eso a ella" "este no es más huevón por que no entrena" o "vesta cun, tremenda jugadora y se pone en plan de víctima".
El hecho de afrontar reveladoras verdades en nuestra profesión nunca supuso el enterarnos de absolutamente todo, al menos a mí nunca me dijeron que me enteraría de ciertas cosas, de saberlo, quizá me lo hubiera pensado esto de la psicología.
Si bien los padres, esos buenos hacedores de recuerdos, llegado un momento, necesitan de ti, nunca le pagas todo lo que han hecho por ti hasta que no has escuchado sus más profundas intimidades. Y no hablo de temas sexuales, bueno sí, pero me refiero a detalles escabrosos, narrados con absoluta normalidad e indiferencia a tu rostro que se va poniendo de todos los colores mientras escuchas estoicamente que a tu padre le gusta asi, que a tu madre le gusta asa, que la mejor vez fue cuando a ella le quedo la lengua fuera y a el no le salia mas "yogurt"
No avisoro aún las consecuencias psicológicas negativas que esto me depare en el futuro, pero si sé que sólo por eso, mis padres deben sentirse bien retribuidos por los años de enseñanza y paciencia que me prodigaron.. o quizá todo eso fue a drede y no queda más que decirles gracias, mensaje comprendido, ya se cobraron todas las malcriadeces que cometí.
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