Sunday, February 10, 2008

San Valentin para mi

Pues de vuelta gracias a la ociosidad.
Y justo regreso por estas fechas para hablar del dia del amor
Pues bien, que es el amor para mi. Seguramente los que me conocen podran adivinar el concepto que tengo del amor, pero igual hablare de el. Pero de una forma diferente. A traves de una historia que encontre por ahi, dando saltos entre todos mis libros.

"NO hace mucho, mi esposo, con quien estoy casada desde hace 13 años, admitio que lo habia pensado dos veces antes de ir al altar conmigo. La tarde anterior a nuestro casamiento, pasó por el salón donde iba a tener lugar la recepción a fin de dejar algo. Mis padres ya estaban allí. Mamá, famosa por su talento para la cocina, se habìa comprometido a preparar una comida simple pero deliciosa para no menos de 150 invitados. Cuando el hombre que estaba a punto de ser mi esposo entró encontró a mi padre sentado plácidamente junto a la puerta de la cocina, y a mi madre gritando enfurecida al pobre hombre. Papá permanecía allí sentado, mientras mamá enumeraba la gran cantidad de motivos de queja que tenía en su contra. De todo, desde la falta de un frasco de pickles hasta las fetas del jamòn demasiado delgadas. Todo era culpa suya.

Los que conocian a mis padres, probablemente habrían atestiguado que formaban una matrimonio algo extraño. Y, a decir verdad, la mayoría habría calificado a mamá de arpía y a papá de sometido.

Cuando yo nací, ya llevaban más de 20 años de casados. Recuerdo haberme preguntado si otros padres manejarían así su matrimonio. Con el paso de los años comenzé a estudiar la relación entre otros cónyuges. Más estudiaba otras relaciones, más me preguntaba por que diantres mis padres se habían casado, más aún, por qué habían permanecido juntos si el divorcio es algo tan común como cambiarle el aceite al auto.
Cuando yo tenia 16 años, mamá, que era diabética, enfermó de gravedad y estuvo casi 10 dias en el hospital. Una tarde volví de mi empleo de tiempo parcial y encontre a papa sentado frente a la mesa de la cocina, haciendo un solitario tras otro. Cada pocos minutos, miraba el reloj. Todavía no había cenado, sin duda porque hacer café era su máxima habilidad culinaria. Le preparé una comida caliente y el volvió a sus solitarios. Sonó el telefono.

- Hola querida
- Hola mamá. Espero que te estés sintiendo mejor que esta mañana, cuadno fui a verte.
- Mucho mejor. ¿tu papá está en casa o salió?
- No, todavía está aquí.
- ¿Comió algo? Yo lo mandé a casa. Necesita descansar un poco. Se lo ve tan cansado. Le dije que pasara por allí y que comiera una hamburguesa o cualquier cosa. La comida del hospital es horrible. Tu padre no debería tener que comer eso. Ya es bastante malo que tenga que hacerlo yo. Le dije que no volviera hasta las 6.
- No, no creo que haya comido nada, pero acabo de prepararle la cena.
- Gracias preciosa. tengo que colgar. Quieren sacarme sangre. Te veré mañana.
Volví a la cocina para terminar de ordenar todo.
- Era mamá. Le dije que habías comido.
El volvió amirar el reloj: las 6 en punto.
- Gracias por la cena, querida. estuvo tan bien como cuando la hace mamá. Debo volver al hospital. Recogió su mazo de cartas, las puso en una caja y se fue.

Recuerdo los hechos de ese día de hace tanto tiempo, no porque haya notado algo especial en aquel momento sino debido a la enfermedad de mi madre y el brillante cumplido que me dedicó mi padre por mi forma de cocinar.
Al mirar hacia atrás, me doy cuenta que una gran cantidad de datos acerca de la relación de mis padres quedaron demostrados por sus actos durante aquellos días de prueba: la preocupación de mi madre por mi padre, aun cuando ella estuviera gravemente enferma, y la de mi padre, que contaba los minutos a la espera de volver a su lado. Ambas actitudes dicen muchisimo. Esas dos personas compartian mucho mas de lo que el mundo podría saber algna vez.
Las relaciones se refieren a lo que uno pone y saca de allí. Y los unicos que pueden juzgar si vale la pena lo que reciben son los que se encuentran en el mismo compromiso.

Mi esposo me dijo que aquel día de hace tanto tiempo, el día anterior a nuestra boda, en que se preguntó en que se estaba metiendo y estuvo a punto de echarse atrás, una cosa lo retuvo. desde el bar miró a mi pobre padre acosado, amedrentado, mientras los ecos de la perorata de mi madre atravesaban el salón y entonces, mi padre le guiñó un ojo y le sonrió.
Después de casi 50 años de matrimonio, papá murió de repente hace 10 años. Mamá tuvo un ataque masivo al corazón que la dejó postrada en una silla de ruedas, solo dos meses después de la partida de papá. Vivió 6 años más. Se quedó y le dio la bienvenida a sus nietos antes de ir a reunirse con papá.
NO tengo ninguna duda que, tan pronto como mamá atravesó las puertas del cielo y vio a papá, debe haberlo retado porque tenía el pelo demasiado largo, o porque sus pantalones estaban arrugados. Y estoy segura que papá miró a San Pedro, le guiñó un ojo y sonrió."

boomp3.com