Saturday, November 14, 2009

Cielo e Infierno




Una vez me dijeron que el cielo se ve mejor desde el infieno. Y razon no le falta.
Y muchas veces nos damos cuenta de lo que nos falta o lo que tuvimos cuando ya no esta ahi. Como la juventud

Y no es que me considere un viejo acabado, de hecho aun no llego a 30 pero ya noto que estoy asumiendo (o aun conservo?) algunas conductas que solo hacen afianzar mi estado "juvenil"

Utilizo frases, palabras que no encontraran jamas en ese cementerio de palabras llamado diccionario, utilizo ropa que no vestiría habitualmente en cuanto a colores, estoy al corriente de nimiedades y vanalidades, me aprendi por habituidad, los lugares "in" y "out" aunque aún no me atreva a ir (mis limitaciones conservadoras tienen su límite ps).

Sin embargo poco puedo hacer contra la naturaleza que dicidió elegirme para quemarme la película y de la manera mas vergonzosa

Puedo soportar las canas en el cabello y que hasta tienen un aura intelectual, puedo incluso superar algunos dolores al hacer algunas maromas amorosas (la pierna derecha ya no me responde como antes.. no pregunten para que jeje)puedo disimular uno que otro esbozo de cabello en la oreja o el crecimiento desmedido de algunos vellos en las cejas o en la nariz, pero lo que me sucedió la ultima noche de escarceos románticos-pasionales, no supe como salir.

Sucede que estaba en todos los recutecos y rituales y tratativas y tirajalas de rigor (a esto, que escenario y que dramaturgia ensayan algunas mujeres para decidirse entrar al lance), ya no había nada que hacer sino cumplir y en eso estaba.
La ropa fuera, la culpa y la conciencia de la misma forma, nos vestimos con las ropas de la desfachatez, de la "desverguenza" al exhibir nuestras pieles tal y como son en realidad.

La conversacion había pasado de la actualidad o las cosas del trabajo a las delicadezas de nustros habitos domesticos, osea, intimando. Las caricias se hacían más y más intensas, hasta que las palabras cedieron paso a las exclamaciones y jemidos. En una de esas nos acomodamos y mi partner se dispuso a jugar de la manera más coqueta que se le ocurrió y a mi no me incomodó. Como decimos los jóvenes, se quiso cantar un karaoke. Y fue en ese entonces que pude contemplar el cielo. Pero no de la manera que ustedes piensan.

Un solo comentario, una frase coqueta, un rictus en sus labios fue todo lo que mostró ella. Yo vi más. Vi que ya no tenía 28 años, que ya no soportaba las juergas nocturnas como antes, vi que la cerveza me empacha más que antes, que el sueño llega a mi de manera pesada si me paso de largo de mi acostumbrada hora de dormir. Vi el cielo que significa NO tener 29 años.

!hey, tienes una cana aqui! Fue su sentencia. Yo quedé helado, como si me hubieran dicho feliz cumpleaños 50 !! de un día a otro. Yo solo atiné a sonreir y decirle, que loco, que curioso, ya sigue "cantando" pero de ahi en más no pude concentrarme.

Por suerte para los hombres esta desconcentracion no es fácilmente detectable por nuestras ocasionales parejas, asi que solo terminamos lo que empezamos. Nose que habrá pensado ella, pero desde entonces mi concepción sobre el cielo y el infierno ha cambiado.

4 comments:

Christopher said...

Ligero, facil de leer, algunas omisiones de letras...pero que cagues de risa....tienes una cana ahi!....jajajajaja

Espectro said...

Y la -cantante- es la misma de los Rounds 1, 2 y 3? ....o fué una canita al aire?

jajaja
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Por otra parte, interesante como describiste al diccionario, y la verdad es lo que es, da que pensar, palabras muertas, dormidas, otras ya cansadas, cansadas de escucharlas...

Linda said...

hace tiempo que no leia el blog ... y esta historia esta muy buena, bueno en si cada una tiene algo que me gusta.

Un beso mi amigo

Tal vez nos encontremos el 19.

Linda said...

algo de nostalgia ... motiva un post